domingo, 24 de octubre de 2010

¿CÚAL ES EL PRECIO DEL PARAÍSO?...

Los árboles tienen frío. Lloran petalos secos ante el temor a ser paliados con el frío del presente, y del futuro.
Es algo impensable, ver nacer azahares en otoño. A los humanos se nos impone vivir una vida en la que a veces no sabemos realmente quien escribe el guión, si nosotros mismos, o el destino.
Prefiero pensar que es el destino, aunque seamos nosotros quien descubramos el camino arrastrando las hojas caducas del suelo para caminar.

¿Qué pensaran ellas?, frágiles despojos de la natulareza, arrugadas por su edad, dañadas por el húmedo trabajo de la lluvia e ignoradas por su propia raíz que las sostuvo durante el año decorando la vida.
Sinceramente pienso que las hojas de otoño lo saben todo. Ellas son la viva imagen del desamor, de la muerte, del desmayo, de la decadencia, de la crisis.. y de un largo etcétera que lleva como abrigo la amargura y enfundado en la tristeza.
¿Es verde el paraíso?¿O será otoño?.. Siempre se nos viene a la mente una imagen primaveral..verdosa, soleada y alegre, con pajaritos y todo.
No hablaré de él sin contrastarlo porque jamás estuve allí, y si voy creo que me lo archivaré con mi memoria.
Pero pienso que no todo será floreado, no sería justo ¿no?. ¿Porqué un camino sin rosas secas?¿Porqué un estanque sin verdina?.. Los defectos, imperfecciones y desajustes son también parte de la vida.. y según comentan, el paraíso es la vida.
Hay quien lo ha visitado, pero se ha venido. Hay quien nunca se ha planteado ir. Y también hay quien se pregunta si existe.
Las hojas secas me impiden andar mas deprisa, no puedo correr, acabo de caerme. Justo ahora que escuché un rumor de como conocerlo.
No es justo. Quiero conocerlo. También tengo derecho. La rama de la desconfianza me cuenta arrastrada por el aire que son fantasías, que realmente no existe. A mi otro lado, el tronco del desprecio me azota y me desplaza aun mas lejos de esa luz que huele a paraíso.
Creo que mis fuerzas están en reserva. Bebo el agua que reposa en un charco pero me ahogo, no me alimenta.
¿Cuál es el precio del paraíso?. Tengo que dejarme llevar por el viento quizás..¿no?..Intentaba llegar pagando en forma de besos, de caricias, de sinceridad y de abrazos.. pero parece ser que ese tampoco es el precio..
¿Acaso hay que sangrar?..si bien es cierto que no se llega a la rosa sin trepar antes por las espinas..Pues me resvalo ya con mis propios glóbulos rojos, impregnados en la desconfianza y manchados con el desprecio y la ironía.
Por olisquearlo sufrí, en numerosas ocasiones. Por acariciarlo por poquito me presentan a la señora muerte. Por robarle un guiño quizás me cegaría hasta soñar eternamente.
¿Es caro llegar allí?..yo hasta lo comparo con la felicidad. Cuesta tanto conocerla que pienso que comparten universo.
Deben de ser familia, creo. Aunque a ella si la conozco, de vez en cuando se mensajea conmigo, pero nada serio, es solo tonteo.
Sea cual sea el precio.. ahora, estoy en números rojos.
Creo que no quiero conocerte..igualmente tampoco puedo..

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