Plaza del Sol Agosto-2011(Madrid) |
Lloviendo y con los bajos de los pantalones empapados; así arrancó el año que ahora muere. Aún recuerdo el sabor de la duodécima uva en la última campanada y las promesas que siempre se hacen para los próximos 365 días que esperas vivir. Pocos cumplidos, por cierto.